Mi paz comienza cuando me adueño de mis decisiones.
Cuando vivimos sometidas a lo que otros esperan o buscan en nosotras, estamos priorizando las opciones de los demás y no escuchando lo que verdaderamente nosotras necesitamos.
Nuestra paz interior comienza en el mismo día en el que no permitimos que otros nos manejen. Es ahí cuando nuestras emociones no pueden ser manipuladas en base a creencias insanas y exigencias ajenas.
La sensación de paz interior es el fiel reflejo de que hemos tomado una decisión correcta desde nuestro interior, sin culpas ni arrepentimiento, solo porque nos hace bien. Porque "es lo correcto para nosotras". Así, lo que debemos aprender es a manejar las expectativas que tenemos sobre nosotras mismas.
REFLEXIÓN:
“He de tener serenidad para aceptar las cosas que yo no puedo cambiar, valentía y entusiasmo para poder cambiar las que sí puedo, y la sabiduría necesaria para distinguir entre lo que puedo y lo que no puedo cambiar”.
-Reinhold Niebuhr-
Sé selectiva en tus batallas
Cuando decidimos "Parar" y decir basta ante ciertas situaciones en la vida, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- No es fácil lidiar con la incertidumbre.
- Cada proceso de cambio lleva consigo cierto grado de malestar que tenemos que tolerar.
- Es preciso que cada decisión vaya de la mano de nuestra integridad.
- Es necesario saber que al abrir una puerta pueden mostrarse diferentes caminos que manifiesten la necesidad de transitar otros senderos en la búsqueda de nuestra paz interior. (Tomate el tiempo que necesites)
- Dejar atrás a las personas que nos hacen mal siempre resultará positivo, (no fácil) por ello debemos estar dispuestas a realizar un gran trabajo interior.
Quien cultiva su paz interior transmite tranquilidad al resto del mundo.
La mente es como el agua. Cuando está calmada puede reflejar la belleza de lo que la rodea, pero cuando está agitada, será incapaz de reflejar cualquier cosa.
Por eso es importante que tengamos en cuenta que la paz interior es una de las riquezas más grandes que puede conquistar una persona. Esto no quiere decir que tengamos que aguantar todo lo que nos venga hasta llegar al punto de no poder hacer nada más que explotar. Se trata de eliminar expectativas externas y atender lo que nosotras queremos y así atraer lo que realmente deseamos dejando a un lado la pesada mochila de nuestro pasado, de los prejuicios, miedos y deseos de otros para alcanzar la paz interior que tanto anhelamos.
Amigarnos con el silencio, acallar la jaula de grillos que hay en nuestra cabeza, escuchar nuestro interior, nuestros deseos internos nos encamina a reflexionar, a dejar de juzgarnos y juzgar a los demás, a dedicarnos el tiempo para encontrar "ese sendero" que nos conduce hacia donde queremos ir.
Eso es meditar, no necesitamos ser eruditas ni cambiar nuestras creencias o nuestra fe. El silencio exterior está lleno de sonidos que nos enseñan a encontrar el silencio en nuestro interior . . ."ese lugar" donde las nieblas se disipan y podemos ver con más claridad esas realidades que muchas veces elegimos "no ver"
Les comparto algunos fragmentos de un libro que me resultó muy revelador en este recorrido de mi búsqueda interior.
– Todos te dicen que hacer y que es lo que te conviene. Nadie quiere que encuentres tus propias respuestas. Quieren que creas las de ellos.
– Déjame adivinar, usted quiere que crea las suyas.
– No, quiero que dejes de recibir información desde afuera de ti mismo… y empieces a recibirla desde adentro.
La gente le tiene miedo a lo que tiene adentro, y en realidad es el único lugar en el que hallarán lo que necesitan.
-El camino del guerrero-
Nos vemos en el próximo artículo 😉
Mónica Dell Oro
Promotor de Cambio
Psicología social
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