Las personas tóxicas son aquellas que nos complican la vida, y vamos a averiguar cómo evitar que lo sigan haciendo.
En nuestro diario vivir nos encontramos con personas problemáticas. Jefes autoritarios y descalificadores, vecinos quejosos, compañeros de trabajo o estudio envidiosos, parientes que siempre nos echan la culpa de todo, hombres y mujeres arrogantes, irascibles o mentirosos...
Todas estas personas nos producen malestar, pero algunas pueden arruinarnos la vida, destruir nuestros sueños o alejarnos de nuestras metas.
Generalmente, este malestar que sentimos tiene que ver con que permitimos que estas personas sepan más de lo que deben de nuestra vida privada, eso significa que le dimos entrada a nuestro círculo íntimo…
Hoy vamos a leer sobre algunos de los más identificados y plantearnos cómo convivir con ellos cuando no es posible alejarnos o poner distancia.
EL MANIPULADOR
Las personas manipuladoras son aquellas que utilizan cualquier artimaña para que otros hagan lo que ellos quieren.
Son muy hábiles a la hora de convencernos de lo que quieren utilizando un sinfín de herramientas emocionales. Ellos ya han descubierto nuestro punto débil.
¿Cúal es tu punto débil?
- la culpa
- el miedo
- el enojo
- la baja estima? (no puedo,no soy capáz, todo me sale mal...etc)
La persona manipuladora va a usar nuestro punto más flaco y con palabras muy convincentes nos va empujando en la dirección que va a su antojo.
Por qué nos sentimos mal?
Existen dos palabras mágicas: SI y NO. El malestar llega cuando no sabemos decir NO.
- NO me gusta
- NO quiero
- No tengo ganas
- NO. gracias!
Las mujeres sobre todo fuimos mal enseñadas a ser complacientes y serviciales. Cuidado! eso nada tiene que ver con ser educadas.
Decir NO también es sano. Pero primero debemos cuestionarnos lo que creemos de nosotros mismos y aprender a decirnos No sin sentir culpa y asumiendo la responsabilidad de ello.
Negociar es una habilidad emocional y sana.
Cuando sabemos decir que NO, cuando hacemos preguntas y cuestionamos el argumento de forma pacífica e inteligente, el manipulador se tiene que buscar otra víctima.
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EL DESCALIFICADOR
La persona que vive descalificando e invalidando, tiene baja estima, es manipulador y envidioso!
Seguramente en nuestro trabajo tenemos algún compañero así, o una vecina, o un pariente. el problema no son ellos, somos nosotros!
En principio nuestro error radica en prestarles oído. Estas personas siempre tienen algo para decir, para contar o comentar...siempre hablan de vida ajena….chismosos quizas?
No hay chisme si no hay quien lo escuche
Estas personas siempre están atentas y tienen su oído presto, tienen muchas máscaras o disfraces. La juegan de amigos, siempre están cerca, pero cuidado! Porque cuando se presente la ocasión usará tus propias confidencias para exponerte.
El descalificador se encargará de hacerte cumplir sus exigencias o, de lo contrario, te hará la vida imposible. Sea como fuere, querrá conseguir que pienses, sientas y acciones sólo como él lo desea. No suele darse por vencido!
Y si el descalificador es tu jefe?
La opción es que pongas en juego tu potencial para trabajar con valores y respeto. No siempre es necesario cambiar de trabajo, las personas de nuestro entorno “nos tratan como nos tratamos a nosotros mismos”...
No siempre es posible deshacernos de un descalificador o alejarnos. Pero sí podemos “evitar caer en su juego”. El lugar de trabajo, las redes sociales o reuniones informales no son espacios para contar nuestra vida privada.
No le entregues el poder de tu vida a NADIE!
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EL AGRESIVO VERBAL
Aquí estamos entrando en el terreno de personas que pueden llegar a ser violentas. Son personas que siempre están mostrando su autoridad, que descalifican y manipulan.
Tengamos en cuenta que algunas de éstas personas pueden haber crecido en hogares o ambientes violentos, podríamos decir que es la forma de comunicarse que aprendieron. o bien hubo un hecho en sus vidas que los llevó a este camino.
Cómo convivir con un agresivo verbal?
En situaciones de convivencia laboral o familiar la mejor opción es no enfrentarlos. El agresivo verbal siempre intenta hacerte llegar a la discusión o a la pelea: “Ese es su terreno”, cuidado! Evitar llegar a ese punto es clave. Contar hasta 10, hasta 100 o hasta 1000 si es necesario. El autocontrol juega un gran papel y marca “nuestro terreno”.
En el área laboral utilizando frases o palabras cortas, simples y claras como: permiso, por favor, gracias, o bien repitiendo su requerimiento mostrando interés en la solicitud acortamos la brecha de oportunidades para que el otro despliegue su verborragia.
Si el violento verbal es tu pareja, deberías preguntarte por qué elegiste el maltrato? Este tipo de convivencias suele desencadenar en relaciones muy tóxicas y violentas.
Nadie merece la descalificación, la manipulación ni la agresión de nadie! Si eso es lo que aprendimos? o lo que secretamente somos….podemos desaprender y cambiar! Si tenemos gente así en nuestro entorno no le demos poder en nuestra vida!
Si necesitás ayuda, comunicate con nosotras.
Nos encontramos en el próximo artículo 😉
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