La historia de Camila.
En el artículo anterior Camila nos relata en primera persona cómo comenzó la odisea de una adolescente arrecifeña que enfrentó el flagelo del tan temido cáncer; y cómo en familia y rodeada de amigos superó sus batallas para alentarnos hoy con sus palabras.
Ver 👉 El club de los valientes (Parte I),
Después de lo vivido, fueron 33 sesiones de radioterapia, lejos de mi familia, viviendo en un hotel con mi mamá. Sin duda los días más tristes a los que debí sobreponerme.
Nuevamente mi mundo se derrumba... el miedo se apoderaba de mí, volvieron los vómitos... mi peso volvió a bajar y no comía... Los médicos de rayos me iban quitando el miedo, pero mis días tristes seguían… la caída del pelo... sentir que esa máquina gigante envolvía mi cuerpo….
Entre tantas cosas tristes y feas, conocí a Mei. En ese entonces tenía simplemente 3 añitos, ella me enseñó lo que verdaderamente era luchar...Juntas ayudamos a un nuevo amiguito que acababa de pisar la sala de radioterapia, Mateo.
Mateo hoy no está con nosotros porque la enfermedad lo venció, pero algo que recuerdo siempre y quedó grabado en mi corazón es que fue un gran luchador por que así lo demostró siempre.
Después de terminar con rayos, nuevamente pensé que ya estaba bien, pero no, no fue así. Venía otro largo camino que tampoco imaginábamos... el Doctor Negro otra vez nos “pegó” fuerte, llegaba la etapa de quimioterapia....
Ahora a los rayos se le sumaba una vez por semana una sesión de quimio... donde entre unos y otros, ahí estaba yo, luchando contra un nuevo enemigo.
Luego de terminar con esta etapa vinieron 8 ciclos de quimioterapia en que este consistía 1 año de tratamiento 2 o 3 días por semana ya que estas pasaban en 24 o incluso en 48 horas.
La medicación eran tan fuerte que no podían pasarla por mis venas…. necesitaba un catéter especial... pero este no llegaba ya que en la aduana no lo dejaban pasar porque venía de Estados Unidos.
Para todo esto, entre tanta desesperación mi tía Analia decidió publicar en internet lo que estaba sucediendo y entre unos y otros llamados y mensajes de gente de todo el mundo aunque muchos no lo crean recibí un llamado de unos de los abogados de Messi y después de la primera quimio el catéter llego.
Después de varios meses de lucha, llegando al final de esta etapa, como ya no tenía más venas, me hidrataron por el catéter y este se infectó, Me agarro un virus. Aquel día estaba en mi casa, justo me tocaba descanso, al principio fue solamente un poco de fiebre... pero al para la mañana siguiente cuando me desperté estaba temblando de pies a cabeza. Esa fue la primera vez que sentí que de verdad me estaba muriendo. Nunca me había pasado.
Y allá salimos otra vez a Buenos Aires de urgencia.
Esta fue la última vez que entré al quirófano. Cuando me pusieron la vía central en el cuello para poder recibir la última quimio… éste fue el ciclo más largo de mi vida... las horas no se pasaban más!
Pero el fin de esta historia finalmente llegó! Fueron 3 años de dura lucha, enseñanza y aguante donde me crucé con varias personas que batallamos contra un mismo enemigo…. y nos ayudamos unos a otros. Entre tantas, ahí estaba yo...peleándo por mi vida como podía…
Hoy estoy viva...Mis controles son cada 1 año.
Nuestra guerrera. Un testimonio de amor, fe y esperanza.
En el artículo anterior Camila nos relata en primera persona cómo comenzó la odisea de una adolescente arrecifeña que enfrentó el flagelo del tan temido cáncer; y cómo en familia y rodeada de amigos superó sus batallas para alentarnos hoy con sus palabras.
Ver 👉 El club de los valientes (Parte I),
Radioterapia
Después de lo vivido, fueron 33 sesiones de radioterapia, lejos de mi familia, viviendo en un hotel con mi mamá. Sin duda los días más tristes a los que debí sobreponerme.
Nuevamente mi mundo se derrumba... el miedo se apoderaba de mí, volvieron los vómitos... mi peso volvió a bajar y no comía... Los médicos de rayos me iban quitando el miedo, pero mis días tristes seguían… la caída del pelo... sentir que esa máquina gigante envolvía mi cuerpo….
imagen ilustrativa |
Conociendo a Mei
Entre tantas cosas tristes y feas, conocí a Mei. En ese entonces tenía simplemente 3 añitos, ella me enseñó lo que verdaderamente era luchar...Juntas ayudamos a un nuevo amiguito que acababa de pisar la sala de radioterapia, Mateo.
Mei |
Mateo hoy no está con nosotros porque la enfermedad lo venció, pero algo que recuerdo siempre y quedó grabado en mi corazón es que fue un gran luchador por que así lo demostró siempre.
Mateo |
La historia sin fin...
Después de terminar con rayos, nuevamente pensé que ya estaba bien, pero no, no fue así. Venía otro largo camino que tampoco imaginábamos... el Doctor Negro otra vez nos “pegó” fuerte, llegaba la etapa de quimioterapia....
Ahora a los rayos se le sumaba una vez por semana una sesión de quimio... donde entre unos y otros, ahí estaba yo, luchando contra un nuevo enemigo.
imagen ilustrativa |
Luego de terminar con esta etapa vinieron 8 ciclos de quimioterapia en que este consistía 1 año de tratamiento 2 o 3 días por semana ya que estas pasaban en 24 o incluso en 48 horas.
La medicación eran tan fuerte que no podían pasarla por mis venas…. necesitaba un catéter especial... pero este no llegaba ya que en la aduana no lo dejaban pasar porque venía de Estados Unidos.
La solidaridad
Para todo esto, entre tanta desesperación mi tía Analia decidió publicar en internet lo que estaba sucediendo y entre unos y otros llamados y mensajes de gente de todo el mundo aunque muchos no lo crean recibí un llamado de unos de los abogados de Messi y después de la primera quimio el catéter llego.
Paso 1 año de tristeza, dolor, valentía, aprendizaje ...con el apoyo incondicional de mi enfermera favorita Claudia, quien luchó al lado mío dándome su apoyo, sacándome el miedo, dándome confianza, su vocación, aún hoy... me llena el alma..
Enfermera de quimioterapia Claudia Barrios. |
3° Quirófano
Después de varios meses de lucha, llegando al final de esta etapa, como ya no tenía más venas, me hidrataron por el catéter y este se infectó, Me agarro un virus. Aquel día estaba en mi casa, justo me tocaba descanso, al principio fue solamente un poco de fiebre... pero al para la mañana siguiente cuando me desperté estaba temblando de pies a cabeza. Esa fue la primera vez que sentí que de verdad me estaba muriendo. Nunca me había pasado.
Y allá salimos otra vez a Buenos Aires de urgencia.
Esta fue la última vez que entré al quirófano. Cuando me pusieron la vía central en el cuello para poder recibir la última quimio… éste fue el ciclo más largo de mi vida... las horas no se pasaban más!
Pero el fin de esta historia finalmente llegó! Fueron 3 años de dura lucha, enseñanza y aguante donde me crucé con varias personas que batallamos contra un mismo enemigo…. y nos ayudamos unos a otros. Entre tantas, ahí estaba yo...peleándo por mi vida como podía…
Hoy estoy viva...Mis controles son cada 1 año.
_____________________________________________
Detrás de cada puerta hay una historia de familia diferente...Todos tenemos batallas que librar. Por eso más que hacer juicio por cómo viven, cómo visten o a quienes frecuentan...extendamos nuestro abrazo al vecino...porque con él podemos ayudar más que con las palabras.
Grise Deleglise
Lazos de Esperanza
Gracias Cami x contarnos de primera mano como es luchar contra un monstruo. Te quiero. Besos
ResponderBorrar