En el artículo pasado leímos sobre algunos de los rasgos que tienen las personas consideradas“tóxicas”, con las que muchas veces por situaciones laborales o familiares debemos mantener algún tipo de convivencia.
Tengamos en cuenta, que nosotros también podemos tener algunos de estos rasgos. No siempre los tóxicos son los demás. Madurar, crecer, no estancarnos en nuestra zona de confort, tiene que ver con reflexionar sobre ¿qué nos molesta tanto y porqué?
Todas las personas tenemos un pasado, la gran mayoría de nosotros hemos sufrido algún tipo de violencia y manipulación. Y aunque hayamos crecido en un ambiente hostil o cargado de mentiras podemos ofrecernos a nosotros mismos y a nuestro entorno una vida con mayor calidad.
Sepamos que:
"No podemos cambiar a nadie….Cambia el que quiere cambiar"
Ahora sí compartamos algunos tips más de cómo convivir con personas tóxicas y no morir en el intento.
El celoso
La persona celosa puede ser la más buena del grupo, la más solidaria, la más generosa….pero también la más insegura.
La persona celosa, y no solamente nos referimos a una pareja, (extendemos el concepto a amigos, compañeros de trabajo, de estudio, vecinos, y hasta a nosotros mismos), es una persona insegura….con baja estima. Tal vez de chico lo vivieron comparando con otros o crecieron escuchando frases como: inútl, no servís, no calificás, así nadie te va a querer, etc; o bien vivieron algún abandono o pérdida que les rompió el corazón.
La persona celosa puede incurrir en conductas desde competitivas a agresivas con tal de no perder a la persona que quiere. Para ellos perder un afecto es muy doloroso por la sola razón de que no superan su diálogo interno, (siguen pensando que otros son mejores que él o ella y por eso los dejan o tienen otras amistades). El miedo se apodera de ellos y los vuelve controladores, murmuradores, peleadores e incluso suicidas.
Sin ir más lejos conocemos infinidad de adolescentes que en nuestra ciudad se suicidaron por un problema de pareja. Pero....el verdadero problema fue la pareja? ¿Dónde aprendieron que sin esa persona no podían vivir? ¿Cuándo o dónde empezaron a pensar que la muerte era una solución o el final del dolor?....
Cuando nos topamos con personas celosas, en cualquier ámbito que sea, seamos empáticos y muy claros con ellos. Demostremos respeto por sus emociones no temor. Ser claros significa manifestar que nos gusta ampliar nuestro círculo social o laboral en el que todos participen, cada uno con su particular forma de ser, que confiamos en el otro, pero lo más importante….que confiamos en nosotros mismos.
Nadie es mejor que yo, solo diferente. y son las diferencias las que nos atraen y enriquecen.
No pretendamos cambiar a Nadie….mejoremos nosotros.
El neurótico
Y finalmente la suma de muchos comportamientos ya vistos.
Las personas neuróticas suelen ser bastante autosuficientes y exigentes. Tienen rasgos muy marcados como:
- Perfeccionista
- Conflictiva
- Extremista
- Culpógena
- Infantil
- Egoísta
- Envidiosa
- Chismosa
- Competitiva
- Inhibida
- Inteligente
Son personas que ocultan su gran sensación de inferioridad. La raíz de su neurosis se remonta a situaciones de su infancia no resueltas. Son personas que sufren muchisimo por su excesiva preocupación y sensación de angustia o ansiedad por todo lo que hacen y dicen, como por lo que no hacen ni dicen.
El neurótico dará vuelta toda la información que procesa hasta darle la forma de lo que solo él quiere ver. Son autoexigentes, pero tamén exigentes en extremo con los demás. Tienen una gran necesidad de reconocimiento y aprobación. Sus estados de ánimo suelen ser muy cambiantes...hoy estoy muy bien y horas después estoy muy mal...
Convivir con estas personas no es tarea fácil. Sin importar que lugar ocupen en tu vida, lo más sano es ponerle límites. No hagas lo que a ellos les corresponda hacer para dejar de escucharlos. Cada uno debe aprender a ser responsable de sus propios actos.
No vivas dentro del juego de nadie, diseña tus propios límites y viví en el centro de tu propia vida.
Cuando nos centramos en la viga que hay en nuestro propio ojo, no tenemos tiempo para ver la paja en ojo ajeno.
Nos encontramos en el próximo artículo😉.
Mónica Dell”Oro
Psicóloga Social
Integrante del grupo GAVID
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