Si nos preguntamos qué son las habilidades socioemocionales podríamos definirlas básicamente como «Herramientas para la Vida». Este conjunto de competencias son el resultado de combinar el aprendizaje emocional dado por el entorno familiar, la sociedad o la escuela y el propio desarrollo personal del individuo en el área de emociones.
Autoconciencia, que define la capacidad para reconocer las emociones y su relación con los pensamientos y conductas.
Autogestión. Se trata de la habilidad para saber regular las emociones en cada situación, sin perder el control, sabiendo ajustarnos y adaptar nuestros comportamientos.
La conciencia social, por su parte, define la capacidad para tener en cuenta la realidad ajena, para conectar con los demás.
Las habilidades para comunicar, expresar, saber escuchar y solucionar problemas es otro pilar indiscutible.
La toma de decisiones constituye otro elemento clave de las habilidades socioemocionales.
Establecer metas realistas, positivas y capaces de potenciar nuestra realización también es decisivo.
Por último, y no menos importante, también es fundamental desarrollar la capacidad para construir relaciones sanas, positivas y felices.
Potencia la perseverancia a la hora de lograr objetivos. Cuando ponemos las emociones a nuestro favor mejoran nuestras capacidades.
Las relaciones de amistad, trabajo, familia y afectivas son más satisfactorias.
Resolvemos problemas de manera más eficaz.
La convivencia siempre es mejor con personas que saben gestionar sus emociones y que además conectan con las de los demás.
Marcamos mejor los límites, se potencia la autoestima, la autoeficacia y el autocontrol.
Creamos entornos más empáticos y por tanto más humanos.
Los índices de agresividad se reducen.
Disminuyen el estrés y la ansiedad.
Unas mejores habilidades socioemocionales revierten, como ya hemos señalado, en el bienestar mental y físico.
Las emociones deben orientarse hacia tu bienestar. Si algo te molesta encontrá la emoción que hay detrás (tristeza, ira, frustración…) Ponele nombre a cada sensación y dale espacio, conocela y entiende qué quiere decirte.
Siempre estás a tiempo de mejorar tus habilidades de comunicación, empatía y asertividad.
Vivimos en sociedad, en grupos sociales y estamos obligados a cuidarnos, comprendernos, a crear entornos más habitables, felices y productivos.
Conozcamos algunas de esas competencias:
Autoconciencia, que define la capacidad para reconocer las emociones y su relación con los pensamientos y conductas.
Autogestión. Se trata de la habilidad para saber regular las emociones en cada situación, sin perder el control, sabiendo ajustarnos y adaptar nuestros comportamientos.
La conciencia social, por su parte, define la capacidad para tener en cuenta la realidad ajena, para conectar con los demás.
Las habilidades para comunicar, expresar, saber escuchar y solucionar problemas es otro pilar indiscutible.
La toma de decisiones constituye otro elemento clave de las habilidades socioemocionales.
Establecer metas realistas, positivas y capaces de potenciar nuestra realización también es decisivo.
Por último, y no menos importante, también es fundamental desarrollar la capacidad para construir relaciones sanas, positivas y felices.
Beneficios de aprender estas competencias:
Potencia la perseverancia a la hora de lograr objetivos. Cuando ponemos las emociones a nuestro favor mejoran nuestras capacidades.
Las relaciones de amistad, trabajo, familia y afectivas son más satisfactorias.
Resolvemos problemas de manera más eficaz.
La convivencia siempre es mejor con personas que saben gestionar sus emociones y que además conectan con las de los demás.
Marcamos mejor los límites, se potencia la autoestima, la autoeficacia y el autocontrol.
Creamos entornos más empáticos y por tanto más humanos.
Los índices de agresividad se reducen.
Disminuyen el estrés y la ansiedad.
Unas mejores habilidades socioemocionales revierten, como ya hemos señalado, en el bienestar mental y físico.
Para iniciarnos o fortalecer nuestras competencias socioemocionales podemos trabajar en lo siguiente:
Conocerse a sí mismo. Descubrir tus limitaciones en esta área: ¿sos de los que pierde el control? ¿de los que no sabe llegar acuerdos, comunicar, conectar con los demás? ¿Te cuesta identificar tus necesidades y sentimientos? Definir primero cuáles son tus carencias en esta área y ese será tu punto de partida.
Las emociones deben orientarse hacia tu bienestar. Si algo te molesta encontrá la emoción que hay detrás (tristeza, ira, frustración…) Ponele nombre a cada sensación y dale espacio, conocela y entiende qué quiere decirte.
Siempre estás a tiempo de mejorar tus habilidades de comunicación, empatía y asertividad.
Vivimos en sociedad, en grupos sociales y estamos obligados a cuidarnos, comprendernos, a crear entornos más habitables, felices y productivos.
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