Mi vida es una catástrofe!

Siempre elijo mal. A mí nadie me comprende. Los problemas me persiguen. Todos me dejan sola. No sé qué más hacer. Nadie me ayuda. Mis hijos no me hacen caso.


Cuando todo se ve oscuro y no podemos ver un camino de salida a las crisis que se suman una tras otra, nuestras emociones se bloquean a tal punto que no podemos ver una puerta de salida aunque la tengamos al frente.

En la antigua Grecia la “Tragedia” era uno de los géneros dramáticos del teatro clásico. Este género estaba caracterizado por la narración de hechos desgraciados, en los que un personaje de gran importancia para la sociedad se veía enfrentado a un problema que terminaba superándolo, arrastrándolo a la muerte o la locura. Al igual que en la comedia, en la tragedia los actores usaban una máscara para representar un determinado personaje, pudiendo utilizar varias máscaras para representar varios personajes a lo largo de la obra.


En artículos anteriores hemos escrito sobre las distintas máscaras que utilizamos para esconder nuestras emociones, para mostrar una realidad que es pura fantasía, al igual que en el teatro griego.

Pero...qué pasa cuando sentimos que no podemos más??

En la naturaleza, las catástrofes, las desgracias o las tragedias, están catalogadas dentro de las cosas que ocurren de forma inesperada y no podemos controlar. Como desastres naturales, una pérdida abrupta, o el descarrilamiento de un tren.


En la vida cotidiana, muchas veces ponemos mucho énfasis en tenerlo todo bajo control. El trabajo, los chicos, la escuela, el lavarropas, los horarios, la comida y hasta la vida de los otros….

Por ratos debo ser la villana y de a ratos la buena de la película...pero en realidad, me siento la víctima….Te suena??

Te preguntaste alguna vez por qué sentís que todo está mal, que no te escuchan, que no te ayudan, que no te entienden, que es lo que estás haciendo mal?...seguramente que sí.

Dividiendo la tragedia de la realidad

Vamos a dividir lo que sentimos de lo que verdaderamente está pasando.

Si me tocó vivir una tragedia, si sufrí una pérdida inesperada, un asalto, etc.,eso amerita un duelo y cada quien lo procesa en su propio tiempo. Pero si vivo los eventos y dificultades cotidianas bajo la lupa de las tragedias tal vez deba enfocar los eventos desde otro lugar…

Asumir que mi vida es una tragedia es afirmar que nada puedo hacer para cambiarlo...que no tengo el control de la situación. ¿Será que lo que quiero controlar me controla?, ¿será que me siento tan insegura que por eso necesito tener todo y a todos bajo mi control?....

“No puedo cambiar lo que ya pasó”

Hay personas que eligen vivir en la posición de víctimas porque se benefician de esa manera. Pero también hay quienes un día deciden tomar las riendas de su vida; y tomar las riendas no significa nada menos que dejar de controlar lo que pasa afuera para equilibrar lo que nos pasa adentro.


La frustración que sentimos cuando creemos que todo nos supera, de que no somos escuchados o comprendidos viene de una necesidad interna de tener control en el afuera...La realidad, es que ...

cuando la vida nos golpea, sale lo que tenemos dentro.

El dolor, se supera, como las pérdidas y las desgracias. Comprender que no podemos cambiar los hechos es el primer paso para hacerse cargo de las emociones que sentimos. El segundo paso lo damos cuando comenzamos a preguntarnos…¿Qué es lo que voy a hacer con esto?...


Me abandonaron, me mintieron, me robaron, me estafaron, me violaron….No puedo cambiarlo. Y si hubiera hecho esto o aquello...si no hubiese dicho tal cosa…..NO TE CUESTIONES...Pasó y no lo podemos cambiar…

Tips para empezar a salir de las crisis

• Expresar las emociones de dolor y frustración, porque es algo natural y sano. No las ocultemos, (no usemos máscaras), pero tampoco nos quedemos a vivir en ese dolor y esa frustración.

• Planificar: Empezar a plantearse ¿que voy a hacer con esta situación? o con lo que me pasa?, es planificar. Hacer un plan de acción nos hace crecer emocionalmente, pues todos tenemos herramientas internas para salir de los conflictos. No nos aislemos. Siempre hubo gente que superó las guerras, las pérdidas, las catástrofes. Hay infinidad de libros y hasta la Biblia está llena de narraciones e historias de superación...y si otros pudieron antes, ¿Por qué no he de poder yo?

• Identificar ¿Qué me pasa?, ¿Qué siento? ¿Por qué lo siento? ¿De donde viene esto que siento? ¿es consecuencia de otro problema?

• Hacer una lista de prioridades: Anotar en un papel del problema más grave al menos grave a solucionar y sus posibles soluciones

• Accionar: tomar acción me abre camino entre los conflictos. Por pequeña que sea toda acción provoca una reacción...Siempre hay algo que podemos hacer para mejorar lo que aquí y ahora me está pasando.

Todas las personas encontramos distintas soluciones ante mismos problemas y crisis. Tu vida no es una catástrofe, ni tu dolor menos que el de otros.

No mires a las crisis como un límite en tu vida,

sino como una oportunidad para crecer.

Hay soluciones para los problemas, sinó no serían problemas. Para los nenes un camión sin una rueda es un problema tremendo, mientras que para nosotros parece una pavada, porque ya pasamos por eso y nos damos idea de cómo repararlo…



Por eso...respetemos el dolor y la frustracion ajena. Busquemos herramientas internas para superar las crisis dentro nuestro...y si te sentís bloqueada o superada, buscá ayuda en personas que tengan conocimientos sobre éstas herramientas. No permitas que otros decidan que hacer por vos, porque les estás entregando el control de tu vida. 

Animate a tomar las riendas de tu propia vida, a decidirte por lo que te gusta, por lo que te hace bien. Juntate con gente que te hace bien, practicá poner en palabras lo que estás sintiendo con cada situación, alejate de lugares de conflicto y aceptá que los otros sean, piensen o actúen distinto. Querete...

Siempre hay algo que podemos hacer para vivir mejor!

Nos vemos en el próximo artículo.😉

Mónica Dell"Oro

Psicología social

Integrante de G.AV.I.D